“Queremos mejorar y dejar de ser hombres machistas”

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Con una participación llena de entusiasmo y compromiso se desarrolló en el mes de agosto el primer taller sobre nuevas masculinidades en la provincia de Calca, en Cusco, donde el grupo participante de comuneros campesinos coincidió en señalar el deseo común de dejar el machismo en el pasado y de esa forma mejorar como hombres.

La actividad se realizó en el marco del proyecto “Trabajando para lograr la autonomía política, económica y el ejercicio ciudadano de las mujeres rurales andinas de Calca frente a la crisis alimentaria y climática”, que el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán viene implementando a través de su Programa de Desarrollo Rural y que cuenta con el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo y la institución Mugen Gainetik.

Fueron cerca de 60 los participantes que llegaron de las comunidades campesinas de Poques, Pampallacta, Huaynapata y Umachurco, que a su vez pertenecen a los distritos de Lamay, Calca, Coya y San Salvador respectivamente, áreas en las que se desarrolla el proyecto que tiene por objetivo contribuir al empoderamiento y toma de decisiones de las mujeres rurales andinas de la zona.

Durante el trabajo de dos días, los campesinos, parejas de las productoras que son parte del proyecto, dialogaron sobre el ejercicio de su masculinidad e identificaron comportamientos y actitudes que consideraron afectan negativamente la relación en su familia, particularmente con sus esposas y/o convivientes.

“Queremos mejorar el trato con nuestras esposas y con nuestras hijas, estamos dispuestos a cambiar nuestras vidas para llevar una convivencia en armonía y en respeto”, expresó uno de los participantes de la comunidad de Pampallacta.

Reflexionaron acerca de los motivos de esa forma de ser y coincidieron en reconocer que desde la infancia recibieron enseñanzas de cómo debe actuar un hombre diferenciándose de la mujer, a la que se veía en un rol menor, como subordinada, alguien a quien mandar.

Con el trabajo en grupos cuestionaron esa forma “machista” de ser hombre que lleva a la violencia hacia las mujeres y que, de acuerdo a sus testimonios, puede llegar a niveles muy graves debido al alcoholismo.

“Estamos muy contentas por la participación de los comuneros en el taller, el comentario y expectativa general era cómo podemos evitar el machismo en nuestras casas y en nuestra comunidad, que expresa claramente su deseo y voluntad de transitar hacia formas de masculinidad que se distancien de la violencia y la discriminación”, sostuvo Katherine Pozo, del equipo en Cusco del Programa de Desarrollo Rural del CMT Flora
Tristán.

Explicó que de manera vivencial y participativa se trabajó respecto a la construcción social de las relaciones de género en las comunidades rurales, y el derecho a la no discriminación y a la igualdad entre mujeres y hombres.

“Este ha sido un primer taller de los seis que tendremos este y el próximo año para seguir con el trabajo de deconstrucción de masculinidades hegemónicas y de esa forma contribuir también al proceso de empoderamiento y ejercicio ciudadano de las mujeres rurales”, subrayó.