17 de octubre, Día Internacional de Erradicación de la Pobreza | Mujeres rurales peruana firmes frente la pobreza y la violencia
Las mujeres rurales peruanas son parte del más del 40% de población que en el Perú se encuentra en situación de pobreza, pese a que con su trabajo en la agricultura familiar aportan al desarrollo de sus comunidades y a surtir las mesas de los hogares peruanos.
En el Día Internacional de Erradicación de la Pobreza, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán destacó las contribuciones de las mujeres rurales aun en un contexto de desigualdad, crisis climática, hídrica y alimentaria.
“Demandamos al Estado políticas públicas dialogadas con las organizaciones de mujeres que tengan por finalidad cerrar las brechas de género y erradicar la pobreza en que se encuentran y que constituye una violación a sus derechos humanos”, afirmó Elena Villanueva, del Programa de Desarrollo Rural de la institución feminista.
Puso énfasis en las discriminaciones que les impide el acceso justo a los recursos productivos, así como la división sexual del trabajo que invisibiliza su trabajo en la agricultura familiar, privándolas de la generación de sus recursos propios.
“La pobreza desencadena situaciones que afectan la vida de las mujeres, la dependencia económica por ejemplo limita su autonomía física y las coloca en situación de violencia o en riesgo de ella, lo que a su vez impacta en su salud integral, su desempeño productivo y poder de decisión”, subrayó.
Explicó que es importante que el Estado peruano asuma los compromisos que adquirió cuando suscribió como parte de Naciones Unidas tres fechas emblemáticas del mes de octubre que buscan dar visibilidad al rol de las mujeres rurales en el desarrollo, así como llamar la atención sobre las deudas pendientes con ellas para que alcancen una ciudadanía plena.
“Hemos conmemorado el Día Internacional de las Mujeres Rurales, el Día Mundial de la Alimentación y hoy el Día Mundial de Erradicación de la Pobreza, cada una nos remite a metas específicas en la Agenda 2030 a lograr por los Estados en los territorios rurales que no pueden seguir postergándose”, remarcó Villanueva.
La Agenda 2030, para la que restan apenas seis años, contempla metas específicas para la igualdad de género y los derechos de las mujeres rurales en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 01 (poner fin a la pobreza), 02 (hambre cero) y 05 (igualdad de género). Esta ha sido asumida por el Estado peruano.
Vivir una ciudadanía plena -puntualizó-, sin pobreza desde una perspectiva multidimensional y sin violencia, es un derecho de las mujeres rurales; tenemos el marco normativo para que las políticas se diseñen e implementen en ese sentido, lo que falta es voluntad política para llevarlas a cabo.
El Programa de Desarrollo Rural del CMP Flora Tristán realiza un trabajo sostenido para promover los derechos políticos, económicos, sociales y ambientales de las mujeres rurales que están vinculadas a la agricultura familiar en comunidades de Calca, Paruro y Quispicanchi (Cusco), impulsando procesos de formación integral que incluyen la formación en género y derechos, el acceso a recursos productivos, asistencia técnica en el manejo agroecológico y comercialización a precios justos de sus productos.