#8M | Sin participación de las mujeres rurales no hay igualdad de género ni democracia

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En momentos en que la institucionalidad democrática se debilita y sectores conservadores atacan la igualdad de género, es necesario revalorar el rol y aporte de las mujeres rurales, un sector en alta vulnerabilidad pero que está contribuyendo a sostener la vida desde la agricultura familiar y la biodiversidad para el futuro ante la indiferencia del Estado y sus políticas públicas.

Así se pronunció el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán con ocasión de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer este 08 de marzo, fecha instituida por Naciones Unidas y que es un llamado de atención a los países y sociedad en general para tomar acción frente a las desventajas de género que obstaculizan e impiden la ciudadanía plena de las mujeres.

“Las mujeres en el Perú no somos un conjunto homogéneo, somos diversas y con vulnerabilidades y discriminaciones que se entrecruzan agravando las desigualdades que experimentan, por ejemplo, las mujeres del campo que se dedican a la agricultura familiar”, sostuvo Elena Villanueva, responsable del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de la institución feminista.

La especialista indicó que el 8 de marzo es una ocasión especial para posicionar sus demandas y propuestas para acceder a las oportunidades que hagan posible la realización de sus derechos económicos, sociales, políticos, civiles y ambientales.

En el Perú, las mujeres agricultoras suman cerca de 700 000 a nivel nacional y representan el 30% de la población con actividades agropecuarias. Ellas, por su condición de género, tienen menos acceso a la tierra, el agua, semillas, activos productivos y créditos, así como a la educación, salud, vivienda y empleo digno. A ello se suma el racismo que enfrentan en una sociedad como la peruana caracterizada por sus prácticas discriminatorias.

“Hablar de igualdad de género y de democracia real implica considerar la participación activa de las mujeres rurales y de las agricultoras en particular, porque con su labor cotidiana son actoras que hacen posible la alimentación no solo de sus entornos, sino de las ciudades, y asumen el cuidado de la tierra y el agua que son bienes que nos benefician a toda la sociedad”, afirmó.

Socióloga de profesión, Villanueva cuestionó el desinterés de los sucesivos gobiernos que se han colocado de espaldas a la realidad de pobreza y desigualdad en el campo, y en particular a las urgencias que enfrentan las mujeres, a las que se suman los desafíos del cambio climático, con manifestaciones cada vez más intensas y frecuentes.

“Las mujeres rurales están liderando, con la agroecología, la producción sostenible para el cuidado de la tierra y el agua, la conservación de semillas nativas para la biodiversidad y la sostenibilidad ecológica que contribuye a la recuperación de los ecosistemas. Y es justo que cuenten con políticas pública y presupuesto que respalden este trabajo y a la vez cierren las brechas de desigualdad que afectan el ejercicio de sus derechos”, remarcó.

En el 2016 el Comité de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), emitió la Recomendación N° 34 sobre los derechos de las mujeres rurales en que reconoce las desventajas y desigualdades de esta población, y las obligaciones que corresponden a los Estados para erradicarlas.

“Los Estados deberían corregir los efectos negativos y diferenciales de las
políticas económicas, incluida la liberalización de la agricultura y el comercio
general, la privatización y la mercantilización de la tierra, el agua y los
recursos naturales, en la vida de las mujeres rurales y ejercicio de sus
derechos. (..) y hacer frente a las amenazas específicas que
plantea para ellas el cambio climático”, indica la resolución de Naciones Unidas.

El PDR promueve el empoderamiento de productoras agroecológicas para la defensa y ejercicio de sus derechos en comunidades de las provincias de Calca, Paruro y Quispicanchi (Cusco), con el apoyo de la cooperación internacional, entre ellas la Agencia Vasca de Cooperación y la institución Mugen Gainetik.