En evento internacional en Cusco mujeres productoras rurales dialogan sobre sus saberes para fortalecer sus derechos
Con la convicción de seguir articulando para fortalecer sus propuestas de cara al ejercicio de sus derechos concluyó el primer día del diálogo internacional de saberes entre mujeres productoras rurales de Perú, Bolivia y Colombia realizado en la ciudad de Cusco el 22 de octubre.
El evento, que forma parte de las actividades por el Día Internacional de las Mujeres Rurales que tiene como fecha central el 15 de octubre, concluirá el miércoles 23. Fue organizado por el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán como parte de un proyecto auspiciado por la embajada de Francia que también consideró pasantías de agricultoras de Cusco a Cochabamba (Bolivia) y el Valle del Cauca (Colombia).
El evento denominado en quechua “Warmikuna llankanchis pachamikpaq” que significa Mujeres trabajando por la madre tierra, contó con la participación de representantes del colombiano Instituto Mayor Campesino (IMCA) y del boliviano Centro de Investigación y Promoción del Campesino (CIPCA) y productoras agroeocológicas de ambos países.
La organización del Diálogo en alianza con el Centro Bartolomé de las Casas de Cusco hizo posible la presencia de mujeres productoras de Puno y de Apurímac, y de las provincias de Canchis y Espinar de Cusco, además de las agricultoras de Quispicanchi que han sido formadas en género, derechos y producción agroecológica por el Centro Flora Tristán.
En el primer panel estuvieron Rita Galarza de la comunidad de Caranota del municipio de Anzaldo (Cochabamba) y Diofa Pinzón de la Asociación de Mercados Campesino del municipio de Ginebra (Valle del Cauca), quienes destacaron la importancia de la agroecología en la producción sana de hortalizas, frutales y café para mejorar la situación de sus familias y comunidades, y en el cuidado de la naturaleza.
Ellas fueron las anfitrionas de las productoras de Quispicanchi que como parte de la pasantía realizada en agosto y setiembre llegaron hasta sus comunidades para conocer su experiencia agroproductiva, de transformación de alimentos y de comercialización.
En el segundo panel participó Pascuala Ninantay de la Asociación Provincial de Productoras Ecológicas de Quispicanchi (APPEQ), quien de los andes cusqueños viajó hasta la cálida Colombia. Estuvieron en la mesa con ella Soraya Poma de la Red de Mujeres En Defensa del Lago Titicaca de Puno, y Matiasa Llancay, de la Asociación de Productoras Agroecológicas de Umasbamba en Chincheros, Cusco.
Todas compartieron sus valiosas experiencias para salir adelante con la práctica agroecológica en un contexto de desigualdad de género, falta de atención del Estado y crisis climática e hídrica, y plantearon como propuestas el desarrollo de obras de siembra y cosecha de agua, la corresponsabilidad en los cuidados para romper con la sobrecarga de trabajo que limita su desarrollo y liderazgo, así como la revaloración de sus conocimientos ancestrales en la práctica agroecológica.
Un sentir común de las lideresas de los dos paneles fue la importancia de contar con espacios para reconocerse y articularse en lo nacional y regional andino, pues comparten problemas, desafíos y propuestas.
Katherine Pozo, del Programa de Desarrollo Rural del Centro Flora Tristán, resaltó la importancia del evento que congregó a más de 60 participantes, la gran mayoría mujeres productoras vinculadas a la agricultura familiar.
“Podemos decir que entre las conclusiones destaca que la agroecología es una opción política frente al actual modelo de producción y una estrategia para hacer frente al cambio climático. Y entre los desafíos, la necesidad de trabajar en el autocuidado ante la sobrecarga laboral y la feminización del área rural, en mejorar la participación de las mujeres en espacios de decisión comunal, y en la siembra y cosecha de agua ante el creciente estrés hídrico”, sostuvo.