Garantizar agua y semillas demandan productoras rurales de Cusco
“Estamos sin semillas para la próxima siembra de habas, mashua, maíz, trigo, tarwi, cebada, y sin agua para regar nuestros cultivos; es urgente que nuestras autoridades actúen”, demandó la Asociación Provincial de Productoras Ecológicas de Quispicanchi (APPEQ), en Cusco.
Debido al cambio climático se han incrementado en frecuencia e intensidad eventos de la naturaleza como sequías y granizadas, al que se sumó una nevada inusual en el mes de mayo, que han dejado a su paso la destrucción de gran parte de los cultivos de las mujeres productoras rurales, generando la disminución de sus fuentes de alimentos.
Esta situación de emergencia por la crisis climática se arrastra desde años anteriores, evidenciándose sobre todo en las sequías y la desaparición de fuentes hídricas. En las zonas rurales el riego depende de las lluvias en la mayor parte de las parcelas de la agricultura familiar, es decir, de las que cuentan con pocas hectáreas de tierra.
“Estamos con miedo al hambre en nuestras familias, no hemos tenido ingresos, más son las pérdidas que las ganancias, tenemos problemas económicos en nuestros hogares y eso afecta nuestros planes a futuro y nos tiene con mucha preocupación, inclusive con depresión en algunos casos”, afirmó Maribel Palomino, presidenta de la APPEQ.
Esta es una organización de mujeres de la agricultura familiar que producen en forma ecológica una gran variedad de hortalizas como resultado de su proceso de formación integral en la Escuela Agroecológica del CMP Flora Tristán. Están organizadas en los Comités Distritales de Andahuaylillas, Cusipata, Huaro, Oropesa, Quiquijana y Urcos, pertenecientes a la provincia de Quispicanchi.
“Como organización presentaremos nuestras demandas a los seis municipios para que el alcalde y demás autoridades tomen como una prioridad el drama que estamos enfrentando las mujeres del campo. Exigimos que nos garanticen las semillas de los cultivos principales de granos y tubérculos, y que inviertan en obras de siembra y cosecha de agua como reservorios, qochas y zanjas de infiltración”, remarcó.
La dirigenta resaltó el funcionamiento de sus fitotoldos, estructuras que les permiten cultivar hortalizas en áreas protegidas que han mitigado en muchas zonas los impactos de las nevadas y granizadas, logrando salvar la producción del brócoli, cebolla, tomate, zanahoria, lechugas, acelgas, beterragas, entre otras, que han aportado a su alimentación diaria.
Tenemos también módulos de riego tecnificado por goteo, pero el cambio climático no deja que llueva, por eso es necesario incrementar las obras de siembra y cosecha de agua, agregó.
El Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán ha promovido, con la participación de las mujeres rurales, el desarrollo de la producción agroecológica en 100 fitotoldos y áreas a campo abierto como parte de un proyecto apoyado por la Agencia Vasca de Cooperación y la institución Mugen Gainetik, que incluye la forestación con plantas nativas, así como la construcción de obras de infraestructura hídrica para el almacenamiento del agua. Estas son parte de las estrategias para el empoderamiento y ejercicio de derechos de las productoras agreocológicas de los seis distritos de Quispicanchi antes mencionados.